Citan un estudio de FUSADES, pero solo se enfocan en el dato relativo al crecimiento de la inversión privada en 2021.
Oscar González
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) publicó en mayo el informe N˚ 107, titulado La inversión privada salvadoreña alcanzó un nuevo récord en 2021, pero la inversión extranjera fue similar a la de 2020, en el cual se destaca que “la inversión del sector privado alcanzó 18.4 % del producto interno bruto (PIB), siendo la más alta desde 1960”.
Fue, de hecho, en este dato del informe en el que se concentró el medio gubernamental Diario El Salvador, así como el mismo presidente de la República, Nayib Bukele, en su cuenta de Twitter, y que retomó Forbes Centroamérica.
https://twitter.com/Forbes_CA/status/1537903114472128512
Sin embargo, tal como indica el mismo título del informe —que los medios evitan nombrar en sus artículos— no todo fue positivo en materia de inversión. El documento señala, por ejemplo, que la inversión extranjera de 2021 fue mayor a la de 2020, pero inferior a las alcanzadas entre 2015 y 2019.
Este punto, indica el informe, es importante porque la Inversión Extranjera Directa neta “es altamente apreciada en todos los países, debido a los beneficios que aporta”. Entre estos beneficios menciona la generación de nuevos empleos, el incremento de las exportaciones, el acceso a más tecnología, etc.
En las notas, los medios estos medios citan esta declaración del comisionado de Proyectos Estratégicos del Gobierno, Cristian Flores: “Estos son hechos concretos, muestra que vamos por el buen camino. En 2022 seguimos reduciendo la tramitología, generando cada vez un mejor clima de inversión y más oportunidades de empleo”.
Sin embargo, ni la tramitología, el clima de inversión o las oportunidades de empleo, fueron señaladas por FUSADES como factores que impulsaron la expansión de la inversión privada en 2021, según lo revisado por Infodemia.
Los factores que menciona la institución son: los “efecto pandemia de 2020”, porque a causa de esta “probablemente se trasladó para 2021” un monto de $780 millones de inversión privada que no fue ejecutado en 2020.
El documento también señala el “efecto recuperación exportaciones, importaciones y remesas de 2021”, mientras las primeras dos se expandieron, las remesas aumentaron lo que demandó más inversión.
Además se habla del “efecto rezago por permisos 2016”, debido a que en 2020 no hubo problemas para ejecutar proyectos, lo que generó que parte de la inversión se trasladara a 2021.
Sobre este tercer factor, es necesario aclarar que está relacionado a “un largo periodo en el cual no se concedieron permisos de agua para hacer inversiones en construcción”, como indica el informe, el cual provocó que se acumularan “más de 140 proyectos congelados por un monto arriba de US$1,200 millones”.
El Gobierno salvadoreño, bajo la administración de Sánchez Cerén, obtuvo el financiamiento para aumentar la producción de agua potable, lo que permitió aprobar permisos retenidos para que se ejecutaran entre 2017 y 2020.
Si bien los permisos están asociados a los trámites, los proyectos no se descongelaron por la reducción de la tramitología, sino por solventar el escollo de la producción de agua.
A partir de la declaración, sumado a la focalización en el dato de inversión privada, se determina que la noticia difundida entra en la categoría de engañosa, dado que parte de datos ciertos, pero es expresada a medias.
En este caso se centra la atención en lo más positivo —un dato cierto—, pero se obvian datos que se podrían considerar de igual importancia.
Además, en lugar de profundizar en lo que señala el documento o ampliar con declaraciones de representantes de FUSADES o de los investigadores involucrados, se cita a Flores, quien no retoma contenido del documento —salvo referirse al dato como “hechos”—, para luego emitir comentarios a favor del Gobierno.
Fotográfia de ilustración: https://twitter.com/EconomiaSV/status/1537284180408778752/photo/1