El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, comparó las reformas aprobadas el martes (05.04.2022) con el esfuerzo alemán por erradicar el nazismo, comparación que entra en la categoría de falso y engañoso.
Angélica Cárcamo
La Asamblea Legislativa aprobó la noche del martes una reforma a la Ley de Proscripción de Pandillas y el Código Penal que sanciona con penas de entre 10 y 15 años de prisión a quienes transmitan o reproduzcan “cualquier manifestación escrita” o visual que haga referencia a las pandillas o su “control territorial”.
Las enmiendas fueron rechazadas por la Asociación de Periodistas de El Salvador, que las catalogó como “reforma mordaza”, porque suponen una amenaza de cárcel para quienes informen sobre el fenómeno de las pandillas.
Bukele justificó las reformas y las comparó con el proceso alemán contra el nazismo, no hizo la comparación únicamente con la prohibición de la pinta de grafitis alusivos a estas agrupaciones, sino que también aquellas que pueden censurar el trabajo periodístico, de acuerdo con el análisis de representantes del gremio periodístico.
De hecho, el vicepresidente Félix Ulloa afirmó en una entrevista con la Voz de América (VOA), que en el caso que un trabajo periodístico contenga, lo que él consideró llamar, algún “mensaje subliminal” de las pandillas, sí se aplicaría la reforma penal contra los periodistas.
“Si el titular de un periódico pone una nota que tomó de una wila (mensaje cifrado) y de la wila se estaba dando un mensaje subliminal, por supuesto se le va aplicar la ley”, declaró Ulloa.
Infodemia consultó con expertos sobre la comparación entre las medidas alemanas contra el nazismo y las de Bukele contra las pandillas para entender la diferencia de contextos y hechos. Además consultó la legislación del país europeo. Estos insumos permiten concluir que la afirmación de Bukele es falsa y engañosa.
La doctora en ciencias políticas y directora de la oficina para Centroamérica de la Fundación Heinrich Böll, Ingrid Wehr, explicó que “hay diferencias grandes” entre las reformas al Código salvadoreño y la legislación vigente en Alemania que “aunque prohíbe la difusión de materiales fascistas y de partidos anticonstitucionales y organizaciones terroristas, no prohíbe el trabajo periodístico sobre estos grupos”.
Agregó que quienes ejercen el periodismo “pueden utilizar materiales de propaganda para cumplir con su tarea de informar a la ciudadanía alemana sobre los peligros de estos grupos y/o cuestionar al Parlamento de tomar medidas (preventivas o penales) en su contra”.
El artículo 130 del Código Penal Alemán prohíbe aquellas acciones que inciten al odio y la violencia contra un grupo nacional, racial, religioso o étnico y también a quienes minimicen los crímenes cometidos por el nacionalsocialismo en el Holocausto.
Para Wehr, el interés de la sociedad y del Estado alemán por aportar al principio de no repetición “valora el trabajo de investigación sobre (los) grupos fascistas y antidemocráticos que apoya a la sociedad y a los tomadores de decisión de formarse una opinión fundamentada sobre la peligrosidad de esos grupos y de tener un debate sobre medidas adecuadas para contener estos grupos y prevenir que surjan”.
La especialista en ciencias políticas reiteró que únicamente entra la persecución penal si los materiales se utilizan para incitar al odio, a la violencia o atentan contra la dignidad de personas y grupos particulares.
Adicionalmente, el artículo 86 regula la difusión de propaganda de organizaciones anticonstitucionales, pero permite el uso de los símbolos del nazismo para “la defensa de tendencias anticonstitucionales, de las artes o las ciencias, de la investigación o la docencia, de la información sobre los acontecimientos o de la historia o de los objetos similares”.
El medio estatal alemán Deutshe Welle publicó en 2018 una nota en la que detalla qué símbolos nazi están prohibidos y sus excepciones.
El castigo por incumplir lo estipulado en el Código Penal Alemán es una pena de prisión de tres meses hasta cinco años.
Ante los estipulado en la legislación alemana y la evaluación Wehr es posible determinar que los esfuerzos de erradicar la ideología nazi en Alemanía no incluye la persecusión penal de medios de comunicación y periodistas por informar.
MANIPULACIÓN Y PARALELISMO
De acuerdo con el investigador e historiador salvadoreño Carlos Cañas Dinarte, la comparación de Bukele pretende “manipular” la historia.
“Pretender que hay una comparación posible resulta ser nada más que una manipulación de (la) historia”, declaró el experto y explicó que “el nazismo era una ideología” y que los grupos criminales salvadoreños “no poseen una ideología, no tienen un nivel ideológico congruente o al menos que sepamos que esté establecido”.
Agregó que no tienen plasmadas sus “ideas en un corpus que pudiéramos entender que sea congruente, coherente y que sea el que se transmite de generación en generación”, sino que “lo que se transmite son las órdenes y la violencia, la verticalidad de la violencia”.
“En este sentido más bien haría la comparación de Nuevas Ideas y el nazismo, creo que va más por ahí. El tema es tratar de desviar la atención de una situación que es la que se vive dentro del país, tenemos un partido con tintes neofacistas que está tratando de indicar que otro es el enemigo, que el otro tiene esas características”.
“No es válido que el Gobierno salvadoreño manipule la historia de esta manera, también habría que recordarle al gobierno de Nayib Bukele que los nazis sometieron a millones de personas a situaciones brutales en los campos de concentración y exterminio en las cuales en muchas ocasiones no se les daba comida, y por el contrario se les explotaba laboralmente a esas personas”.
En el marco del régimen de excepción que vive El Salvador tras la ola de asesinatos de finales de marzo, el presidente Bukele dijo el lunes que si las cifras de homicidios suben nuevamente, quitaría la comida a los más de 20.000 pandilleros presos.
“Por ahí andas rumores que se quieren comenzar a vengar de la gente al azar, hagan eso y no va haber un tiempo de comida en la cárcel, a ver cuánto tiempo duran sus homeboys allá adentro”, dijo Bukele.
No es la primera vez que el mandatario toma como referencia el Holocausto para tratar de justificar acciones de su Gobierno o alíados ante las críticas nacionales e internacionales.
Lo hizo en mayo de 2021 en una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en El Salvador después de que los diputados de su partido destituyeran irregularmente a los magistrados de la Sala de lo Constitucional.
“En Alemania, decenas de millones de personas pensaban que estaba bien quemar judíos en un horno. Es decir, mucha gente puede estar equivocada. Y aquí se han equivocado…”, dijo Bukele en la reunión, que era de carácter privada pero que sin consultar a sus invitados divulgó en una cadena nacional. Bukele se refería a la condena internacional que recibió la Asamblea Legislativa.