El Salvador descendió 84 posiciones en la Clasificación Mundial para la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras en los últimos 4 períodos presidenciales, colocándose en el lugar 112 de 180. Lo que significa que el de Nayib Bukele es el Gobierno salvadoreño peor evaluado internacionalmente en materia de libertad de prensa. En el marco del Día de la Libertad de Prensa, Infodemia te explica las razones de esta larga caída.
Por Angélica Cárcamo
Entre los gobiernos de Elías Antonio Saca (2004-2008) y Nayib Bukele (2019-presente) hay un punto en común: la prensa siempre ha sido vulnerada.
Una revisión de los últimos 18 años de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras (RSF) revela cómo El Salvador está acercándose a países con regímenes autocráticos o dictaduras a fuerza de ataques y vulneraciones contra el gremio de periodistas.
Un informe de vulneraciones al ejercicio periodístico de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) sistematiza los casos registrados durante las administraciones de los expresidentes Saca, Mauricio Funes, Salvador Sánchez Cerén y del presidente Bukele.
Según la gremial, ningún período presidencial ha estado exento de vulneraciones al ejercicio periodístico y, lejos de protegerlo, han aprobado reformas legales que riñen con los estándares internacionales de libertad de prensa.
Elías Antonio Saca (2004-2009)
En el primer año de gestión del expresidente Antonio Saca, El Salvador se ubicó en la posición 28 de la Clasificación de RSF por su trato a la prensa. Al final de su mandato este bajó a la posición 62, una caída de 34 puestos.
El exmandatario tenía como antecedente su paso por medios de comunicación y un aparente trato cordial con la prensa. Sin embargo, fue señalado por negarse a promover la transparencia y la contraloría social.
“Las condiciones eran complicadas porque el presidente Saca no quería legislar en términos de libertad de expresión, de acceso a la información y tampoco reconoció los tres sectores de la comunicación porque precisamente él tenía una máxima que no hay mejor ley que la que no existe ”, dijo a Infodemia el relator de Libertad de Expresión de APES, Serafín Valencia.
Según la gremial, durante el quinquenio de Saca se registraron intimidaciones, amenazas a comunicadores sociales y destrucción de material de los medios de comunicación.
Saca fue condenado en 2018 a 10 años de prisión por malversar más de 300 millones de dólares durante su gestión y lavar dinero mediante sus empresas de comunicación.
Mauricio Funes (2009-2014)
Durante el período del expresidente Funes, las vulneraciones a la prensa aumentaron de nivel. En septiembre del 2009 fueron asesinados tres periodistas, entre ellos el fotoperiodista y documentalista Cristian Poveda, y en 2011 el camarógrafo Alfredo Hurtado.
Para Valencia, la ausencia de mecanismos de protección a periodistas generó un “período negro” para la prensa.
A esa lista, la APES suma las “agresiones, amenazas e intimidaciones de parte de pandillas, el crimen organizado y de agentes del Estado”.
“ (El de Funes) es un gobierno que también se caracteriza por ver a la prensa en (términos de) aliados y opositores, una práctica retomada en la gestión actual”, acotó el relator de APES.
Al inicio del mandato de Funes, el país se encontraba en la posición 79 de RSF, en 2013 subió al lugar 38. Puntos como la aprobación de una Ley de Acceso a la Información Pública y la creación de su instituto fueron considerados como positivos y empujaron la mejora en la evaluación.
Funes se encuentra actualmente en Nicaragua, donde se nacionalizó luego de ser acusado de actos de corrupción durante su gobierno.
Salvador Sánchez Cerén (2014-2019)
El segundo gobierno del partido izquierdista, con Salvador Sánchez Cerén a la cabeza, se mantuvo en la posición 38 de RSF, pero esta bajó al lugar 66 al final de su mandato.
Al menos 4 periodistas y comunicadores fueron asesinados durante este período de gobierno. En 2016 fue asesinado Nicolás García, de la radio comunitaria Expresa (Ahuachapán) por promover espacios de prevención de violencia en una zona dominada por pandillas y también Darwin Zelaya, locutor de una emisora en Sonsonate.
En 2017, la expresentadora de noticias Roxana Contreras fue asesinada en Nejapa y ese mismo año también fue víctima de la violencia homicida el camarógrafo de canal 21 Samuel Rivas.
En palabras de Valencia, Sánchez Cerén tuvo una presencia ante los medios de comunicación “un tanto gris” y “no llevó a un estilo confrontativo”. Contrario a lo que sucedía en esa época con funcionarios como el entonces presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, “que calificó a los periodistas como muertos de hambre cuando lo cuestionaban”.
En el período de Cerén se cuestionó la falta de apertura del mandatario con la prensa, además de las agresiones y amenazas contra periodistas por parte de funcionarios públicos.
Durante este período se creó la Mesa de Protección a Periodistas conformada por APES, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), sectores de la academia, medios alternativos y otras gremiales de periodistas quienes promovieron una Política de Protección a la Prensa en el ejecutivo y una Ley de Protección a Personas periodistas en la Asamblea Legislativa. Ninguna de las propuestas fue retomada por ambos órganos de Estado.
Al igual que Funes, Cerén se encuentra en Nicaragua luego de ser señalado de actos de corrupción por la actual administración.
Nayib Bukele
La actual administración de Nayib Bukele tiene las posiciones más bajas en materia de respeto a la libertad de prensa. Según la clasificación de RSF de 2022, El Salvador se encuentra en la posición 112 de 180 países.
Datos del Centro de Monitoreo de Agresiones a Periodistas de la APES señalan un deterioro de la libertad prensa desde que tiene registros (2018):
Año | Agresiones |
2018 | 66 |
2019 | 77 |
2020 | 125 |
2021 | 219 |
2022 (ene-abr) | 39 |
El informe de la APES señala que durante la cuarentena por la pandemia de la covid-19 el gremio enfrentó restricciones al ejercicio periodístico, falta de acceso a la información pública, una narrativa de estigmatización a la prensa no alineada al gobierno y al menos una decena de periodistas fallecidos a causa del virus.
En 2021, las agresiones sumaron 219 casos, la cifra más alta registrada por el centro de monitoreo de APES y un 231.8 % superior al registro de 2018.
El informe de APES sistematiza las vulneraciones de acoso digital, declaraciones estigmatizantes, retenciones temporales y agresiones físicas.
Sobre el Ejecutivo de Bukele, RSF subrayó en su informe: “Desde que accedió a la presidencia, en junio de 2019, el presidente Nayib Bukele ataca y amenaza a los periodistas críticos con su gobierno”.
Actualmente, el gobierno de Bukele enfrenta duras críticas por parte de la comunidad internacional como Human Right Watch, Amnistía Internacional, Wola, entre otras, que advierten serios retrocesos en materia de democracia, palabras que restan importancia al mandatario.
Entre enero y abril del 2022, la APES registró 39 afectaciones, 4 de ellas relacionadas a desplazamientos forzados y más de una veintena de periodistas afectados por el software espía Pegasus.
El Relator de Libertad de Expresión de la CIDH, Pedro Vaca señaló que “es muy importante que las autoridades den información sobre los avances en las investigaciones y el esclarecimiento de estos hechos como se ha comprometido. Y en ese sentido nuestro mensaje de respaldo a la prensa que por hacer su labor no debe estar sometida a la vigilancia”.
En marzo pasado, un representante del Estado salvadoreño afirmó ante la CIDH que en El Salvador “bajo ningún concepto se ejerce persecución, hostigamiento o estigmatización” contra periodistas. Una verificación de Infodemia indica que esta declaración es falsa y los resultados del ránking de RSF lo reconfirman.
LEÉ: Es falso que el Estado salvadoreño no ataca y estigmatiza a periodistas, como afirmó la Fiscalía.