El país que añora los golpes de Estado

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El arribo de Nayib Bukele al poder, con una contundente victoria electoral en 2019, parece haber elevado la satisfacción con la democracia entre los salvadoreños, quienes paradójicamente son los más tolerantes a un hipotético golpe de Estado del Ejecutivo.  

Redacción Infodemia

El Salvador es una paradoja frente a la democracia. Por un lado destaca entre los países que más satisfechos están con este sistema, pero al mismo tiempo es el que se muestra más tolerante a los golpes de estado del poder Ejecutivo en América.

Si bien, los salvadoreños se muestran menos tolerantes con un golpe militar, como los que sufrió el país en el pasado, apoyan que su presidente llegue a cerrar el Congreso en una crisis.

Así lo deja ver el último reporte del Barómetro de las Américas “El Pulso de la Democracia”,  realizado de forma bianual por el Latin American Public Opinion Project (Lapop),  de la estadounidense Universidad de Vanderbilt. Este estudio se realizó con entrevistas a  64.352 personas en 22 países.  Para el caso salvadoreño la muestra fue de 3.245 personas y el error muestral fue de ± 1.72%.

¿HAY UN EFECTO “BUKELE” EN LA DEMOCRACIA SALVADOREÑA?

“El Salvador destaca por tener el segundo porcentaje más alto de ciudadanos que apoyan la democracia” con un 73%, dice el documento. Añade que en el barómetro anterior, el país “se situó firmemente en la mitad de la distribución, con un 59% de apoyo a la democracia”.

Es decir, el apoyo a la democracia creció 14 puntos porcentuales, lo que indica, según el documento, “un aumento sustancial en el compromiso de los salvadoreños con la democracia”.

“Sin duda (es) resultado de la elección en 2019 de Nayib Bukele, un político popular que no está afiliado a los tradicionales pero impopulares partidos políticos del país”, consigna el estudio.

Da cuenta de que “El Salvador ha disminuido en la clasificación de Freedom House bajo el mandato de Bukele. Sin embargo, el entusiasmo del público por su estilo político ha reforzado el apoyo y la satisfacción con la democracia y sus resultados”.

El Salvador se ubica en el ranking de Freedom House de 2021 en el puesto 63 de 100, tres puestos abajo que en el anterior,  y es catalogado como “parcialmente libre”.

El Barómetro de las Américas 2021 afirma que “una gran mayoría del público ha cerrado filas con el presidente Nayib Bukele, que ha mantenido el apoyo público a pesar de haber ordenado a las fuerzas de seguridad intimidar físicamente a la Asamblea Legislativa y de centralizar el poder en el Ejecutivo”.

Esta afirmación concuerda con los resultados de casas encuestadoras salvadoreñas, que siguen registrando altos porcentajes de aceptación y leves caídas en la popularidad de Bukele, quien se autodenomina “dictador de El Salvador”.

LA DEMOCRACIA QUE MÁS TOLERA LOS GOLPES DE ESTADO

El Barómetro de las Américas es contundente al señalar que “la tolerancia a los golpes de Estado sigue aumentando en la región de América Latina y el Caribe”, y entre estos El Salvador es el primero.

“Los datos del Barómetro de las Américas 2021 muestran que la tolerancia a un golpe de Estado alcanzó un nivel récord en El Salvador, tras años de niveles relativamente bajos y estables. Cerca de la mitad de los salvadoreños toleraría que el presidente cerrara el Congreso durante una crisis”, consigna el estudio.

Agrega: “Mientras que el apoyo a la democracia aumentó en El Salvador entre 2018/19 y 2021, también lo hizo la disposición de los salvadoreños a tolerar un golpe de Estado, una medida antidemocrática”, consigna el estudio.

También advierte que, “a pesar de los peligros que la extralimitación del ejecutivo puede suponer para los controles y contrapesos democráticos, una parte considerable de la población acepta el tipo de acciones autoritarias que el presidente Nayib Bukele ha tomado desde que asumió el cargo en 2019”. 

Los episodios que el barómetro cita son: la militarización de la Asamblea Legislativa (febrero 2020), la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal general (mayo 2021) y la habilitación del reelección presidencial (septiembre 2021).

Empero, el documento matiza que “los países con mayor tolerancia a los golpes de Estado (desde el Ejecutivo) son también los que tienen mayor tolerancia a los golpes militares”,  pero “El Salvador es una excepción”.

Sostiene que El Salvador es el tercero tercero que “menos tolera los golpes militares” con un 29%, pero a la vez es “el más tolerante” con los golpes de Estado del Ejecutivo,  con el 51%.  Este último la define como “las maniobras del presidente para cerrar otro poder del Estado”.

“Esto puede ser en parte por la enorme popularidad de su presidente”, subraya y destaca que los datos muestran “un aumento asombroso de 33 puntos porcentuales” desde 2018.

Añade que, “según la encuesta, el 61% de los salvadoreños cree que (Bukele) está haciendo un muy buen trabajo” y  que otras investigaciones recientes han señalado que “los ejecutivos populares pueden potencialmente socavar la oposición con acciones antidemocráticas y, al mismo tiempo, reforzar la satisfacción con la democracia”.

De igual manera, el 56% de los salvadoreños “piensan que un líder fuerte, aunque se salte las normas (democráticas), es bueno o muy bueno”, esto “en consonancia con las respuestas sobre los golpes de Estado”.

“A pesar de la gran preocupación en la escena mundial y de las organizaciones de derechos humanos sobre las medidas adoptadas por el presidente Bukele, muchos salvadoreños no se oponen especialmente opuestos a su forma de a la gobernanza”, subraya el estudio.  

De igual forma, advierte que “miles han protestado recientemente contra la administración de Bukele”, pero que este sector es “minoría” y que un sector cada vez más grande “justificaría que Bukele cierre y gobierne sin la legislatura”.

LEA EL INFORME ACÁ: El Barómetro de las Américas 2021.

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