Hay un régimen de terror contra los empleados de gobierno que osan revelar las deficiencias en los sistemas de salud y educación, o simplemente ejercer el derecho a la libertad de expresión y contradecir de paso la propaganda gubernamental. Todo aquello que ponga en duda la eficacia o la imagen de la administración entra en el campo minado del crimen y del consecuente castigo. Espionaje, humillaciones y chantajes son algunos de los mecanismos de los que se vale el gobierno de Bukele para intentar reprimir reclamos de derechos laborales o señalamientos hacia todo aquello que controvierta el discurso oficial.
Instituciones de gobierno indican que el país centroamericano recibió 3,4 millones de turistas el año pasado, sin embargo, esta cifra tiene una discrepancia con las estadísticas de ONU Turismo, pero esto se debe a la inclusión de una variable adicional que según los expertos es correcta.
El presidente Nayib Bukele afirmó que actuará contra “los delincuentes de cuello blanco vengan de donde vengan”. Durante su gestión varios de sus funcionarios han sido señalados por actos de corrupción.