En marzo, un salvadoreño fue deportado desde Estados Unidos y enviado a prisión al CECOT por un error administrativo de las autoridades del país norteamericano. La Corte Suprema de ese país ordenó a la administración de Trump “facilitar” su regreso, pero Nayib Bukele dijo que no podía y lo señaló de “terrorista”.
Human Rights Watch (HRW) denunció que 238 venezolanos deportados por EE. UU. y detenidos en El Salvador en CECOT desde mediados de marzo están en condición de desaparición forzada y detención arbitraria.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) visitaron el país para conocer en el terreno la situación de la libertad de expresión, en la que advirtieron un deterioro. El Gobierno dijo que "respetamos las observaciones".