Según la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples de 2023, más de 1.9 millones de salvadoreños vivieron en pobreza el año pasado, 55,097 más que en 2022. Desde la llegada de Bukele al poder en 2019, la pobreza aumentó un 4.4%.
El oficialismo venezolano difundió recientemente una supuesta carta de una exdiplomática colombiana que señala al candidato presidencial de oposición Edmundo González Urrutia de estar vinculado a masacres y violaciones a derechos humanos en El Salvador a inicios de la década de los años ochenta. También se ha dicho, en videos virales, que estaría relacionado con la masacre de unos mil civiles en El Mozote y zonas aledañas, en el remoto departamento de Morazán.
Circula en redes sociales un mensaje con recomendaciones supuestamente brindadas por el Ministerio de Salud para una variante “mortal” del covid-19, junto con una noticia de la OMS alertando sobre una “nueva pandemia más mortífera”. Esta información es falsa y engañosa.
El medio argentino La Derecha Diario, que es conocido por desinformar y que una investigación de Chequeado vincula con un ”consejero de la derecha trumpista sudamericana”, publicó una serie de afirmaciones falsas sobre el acuerdo firmado entre el Gobierno de El Salvador y Google.
La diputada oficialista Alexia Rivas aseguró en una publicación en la red social X que en menos de dos años, el Gobierno de Bukele “ha logrado traer más inversión que lo logrado durante toda la vigencia del tratado de libre comercio”, pero los datos demuestran que esto es falso.
La ministra de Economía, María Luisa Hayem, atribuyó a las medidas adoptadas por el Gobierno de Bukele una “tendencia a la baja de la inflación”, lo que es falso.
Ante una acusación por presunto tráfico de drogas, el diputado Erick García afirmó que renunciaba a su fuero constitucional tras presentar una documentación ante la Asamblea Legislativa para que se determine si ha cometido algún delito, pero es falso que pueda renunciar a dicha inmunidad.
A pesar que el presidente en su discurso del cuarto año de gestión afirmó que su Gobierno le rinde cuentas a los salvadoreños, en la práctica no hay transparencia ni procesos de rendición de cuenta.